Los productos de la familia de correctores de suelos mejoran las características fisicoquímicas, la fertilidad y la absorción de nutrientes en suelos empobrecidos y favorecen su recuperación y equilibrio para aumentar el rendimiento de los cultivos y preservar la salud del sustrato en que crecen. Aumentan la capacidad de retención de agua, el intercambio catiónico (CIC), y la actividad de la microflora favoreciendo el enraizamiento de nuevos cultivos. Los productos formulados especialmente para los suelos permiten tanto la corrección de problemas que perjudican al desarrollo de los cultivos; como la mejora de la calidad del suelo mediante un mejor aprovechamiento de los recursos del propio suelo, así como aquellos aportes que se realicen sobre el mismo.